En 1930 el comandante Luis M. Sánchez Cerro encabezó un movimiento revolucionario en Arequipa; que Derrotó al Sr. Leguía, Al siguiente año convoca a elecciones generales para Presidente de la República y para un Congreso Constituyente quien debería dar una nueva constitución en remplazo de la de 1919. Procedidas las elecciones resultó electo el comandante revolucionario Luis M. Sánchez Cerro.
Para el Congreso Constituyente convocado, el Madre de Dios, sólo tendría un representante.
Compitieron los siguientes:
- Dr. Luis Rodríguez Rengifo
- Sr. Enrique Moreno García.
Salió triunfante
- El Dr. Luis Rodríguez Rengifo.
El Congreso Constituyente terminó la redacción de la nueva Constitución Política el año 1933. La promulgó el General Oscar R. Benavides nombrado por el Congreso Constituyente, en remplazo del Presidente Sánchez Cerro, que murió asesinado.
En virtud de una disposición transitoria de la nueva Constitución, el Congreso Constituyente continuaría en sus funciones, hasta la instalación del Senado, con 25 senadores elegidos entre los miembros del Congreso constituyente 15 por sufragio directo, con mandato que determinaría el 8 de diciembre de 1936. Mientras tanto no habría funcionamiento bicameral del Congreso.
1936
En 1936 el Gobierno del General Oscar R. Benavides convocó a Elecciones Generales, para Presidente de la República,
SENADORES Y DIPUTADOS.
En lo referente a elecciones en Madre de Dios, en 1936 compitieron los señores Carlos León Velarde, Dr. Arturo Linares Barreta, Sr. Emilio Delboy, Dr. Luis Rodríguez Rengifo y otros. Estas elecciones de 1936, fueron anuladas en toda la República en las postrimerías de su realización.
En 1937 se registra uno de los acontecimientos más importantes y dignos de mención en los anales de Madre de Dios. El Prefecto del Departamento Don Víctor Sánchez Elías propicia la construcción de un aeropuerto para Madre de Dios y evitar de esa manera el viaje por tierra y por ríos que hacían penoso el internamiento a Puerto Maldonado, aún por hidroaviones.
Lanzada la iniciativa en asamblea con los pueblos de caseríos y los Teniente – Gobernadores, se acordó que para el roce y tala del bosque prestarían su colaboración por una semana gratis cada uno de los moradores de los caseríos, debiendo solamente proporcionarles alimentación. Las siguientes semanas serian remuneradas. Y fue así como por acción popular, en su primera fase, fue tomando cuerpo la iniciativa, frente al pesimismo de algunos que consideraban una utopía la construcción de una obra de tamaña envergadura.
1939
En 1939 hubo nueva convocatoria a elecciones generales, resultando Presidente de la República el Dr. Manuel Prado.
En la representación parlamentaria de Madre de Dios, salieron electos: Senador el Comandante Alfredo Henriod, Diputadopor Tambopata el Sr. Emilio Delboy y por Tahuamanu y Manu el Dr. Luis Rodríguez Rengifo.
La construcción del aeropuerto siguió en acelerado proceso de construcción cada vez que la Representación Parlamentaria, consiguió los subsidios necesarios para su terminación.
Para darle nombre de convocó a una encuesta general en la población de Puerto Maldonado, obteniéndose e “Victoria”. La explicación de la mayoría de quienes optaron por este nombre, se basaba en que primeramente contenía la palabra Víctor, que era el pila de Sánchez Elías, propiciador, promotor, iniciador, etc. De la construcción del aeropuerto; y en segundo lugar como la expresión del logro de algo incierto, dificultoso, casi imposible y utópico para la gran mayoría de los que conocieron sus inicios el propósito del Prefecto Sánchez Elías. En realidad, era sin lugar a dudas, una gran victoria la que se había obtenido y justificadamente le caía a cabalidad el nombre de “victoria”, puesto que se había triunfado.
Posteriormente el consejo Provincial de Tambopata, decidió cambiar el nombre poniéndole el de Capitán Insúa, un aviador que tuvo la desgracia de morir en trágico accidente cuando hacía en recorrido de Pto. Maldonado y el fundo, lamentablemente también la tergiversación de conceptos, cuando bien pudo nominarse a una calle principal y no desvestir a un santo para vestir a otro.